Monje, curandero, aventurero, mujeriego, místico, el hijo de un campesino llegó a se el hombre más influyente de la Rusia del Zar Nicolás II.
¿Sabes que su pene está expuesto en un museo de San Petesburgo?
Según parece su miembro viril tenía un tamaño desproporcionado.
Se llamaba Gregori Efimovich. Nació en 1872 y murió, asesinado, en 1916.
En esta entrada quiero contarte porqué y cómo murió.
Es posible que te cueste creer lo que vas a leer sobre su asesinato, pero te aseguro que es del todo cierto.
Estamos hablando de un hombre que abandonó a su familia ( mujer e hijos) para viajar por Jerusalén y durante el tiempo que duraron estas andanzas se ganó la vida actuando como curandero.
Rsputín dominaba la hipnosis y mediante ella hacía creer a sus pacientes que se habían curado cuando, realmente, lo que habían desaparecido eran los síntomas.
Su fama de curandero le predecía cuando llegó a Moscú en 1895 y la Zarina Alexandra (Foto superior),que ya sabía de sus proezas, no tardó en entablar una estrecha relación con él.
El príncipe Alexis, hijo de la Zarina y del Zar Nicolás II, estaba enfermo de hemofilia.
Rasputín logró, mediante hipnotismo, mejorar la salud del Príncipe Alexis y así se ganó por completo la confianza de la Zarina y por lo tanto, también, la del Zar (Foto inferior).
De esta forma Rasputín se hizo con una tasa de poder político tan importante, dentro del gobierno del Zar, que llegó a nombrar a muchos altos cargos que gozaban de su confianza pero que fueron nefastos en sus cometidos.
Algunos barones importantes, próximos a la corte real, se preocuparon profundamente con estos hechos y decidieron poner punto final al poder de Rasputín.
Invitaron a Rasputín a una fiesta ficticia, a las que era muy aficionado porque en ellas se daba a conocer y se hacía más famoso, y en los momentos previos, mientras que llegaban los supuestos invitados, Yusupov ofreció a Rasputín una buena ración de tarta y vino, envenenados con cianuro, que "el Monje Loco" ingirió sin inmutarse.
Yusupov, al ver esto, se puso muy nervioso y disparó a Rasputín en el corazón. Después fue a buscar al Gran Duque a otra sala donde permanecía escondido y ambos corrieron a la sala donde el monje había sido abatido.
Pero Rasputín ya no se encontraba en el lugar del atentado, sus asesinos, completamente desconcertados, salieron a buscarle y, ya en la calle, se encontraron con un policía que acudió al oír el disparo.
Contaron al oficial que habían disparado contra un posible lobo y cuando lograron zafarse de él volvieron a la búsqueda y encontraron al monje en un patio trasero de la mansión herido en el suelo y allí mismo les dispararon tres veces más.
Más tarde tiraron su cuerpo al Río Neva y allí fue descubierto por la policía.
La autopsia que le practicaron los médicos informó de que Rasputín había ingerido veneno suficiente para matar a una decena de personas, que había recibido un disparo en el corazón y otros tres en diferentes partes de su cuerpo ( los cuatro mortales de necesidad).
Sin embargo, según esta autopsia, el monje había muerto por ahogamiento (Foto inferior). Y nació el mito; nada, ni el veneno, ni los cuatros disparos recibidos lograron matarle, sólo la naturaleza lo logró.
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