Entra en Internet, escribe "sobre-calentamiento de líquidos" y te pones "a rezar" porque te vas a encontrar con una "catarata" de fórmulas matemáticas y complicadas teorías que te va a costar mucho comprender.
La esencia de este blog es, precisamente, la de tratar de explicar "las ideas generales" de los enigmas o cuestiones obviando las complejidades.
Así que vamos con un ejemplo cotidiano para entender el "sobre-calentamiento de líquidos".
¿No te ha pasado nunca? Tu pones un recipiente con agua en el microondas durante un tiempo más que suficiente para que hierva.
Pero...¡Sorpresa!¡Eso no ocurre!
No obstante, a continuación, y con el vaso de agua fuera del horno y situado encima de la mesa, introducimos una bolsita de té o una cucharilla en el agua y...
¡Sorpresa de nuevo!¡El agua hierve súbitamente sin que se haya producido ningún aporte de calor extra.
¿Qué ha ocurrido?
Pues, para empezar, que el agua, dentro del microondas, se ha calentado por encima de los 100° centígrados y no ha hervido.
Sí, el agua hierve a esa temperatura (a nivel del mar).
A más altura necesita menos temperatura para hacerlo.
La razón es que a nivel del mar, la presión atmosférica es máxima y según subimos en altura, baja porque esta no es otra cosa que "el peso del aire" que tenemos sobre nuestras cabezas.
Esto quiere decir que para que el agua hierva tiene, obligatoriamente, que vencer la presión atmosférica o lo que es lo mismo, el peso de la capa de aire que tiene encima.
¿Sabes como lo hace?
¿Te has fijado en las burbujas de aire que se forman a medida que se calienta el agua? Sí, esas que se adhieren a las paredes del recipiente. Pues esas son las responsables de que el agua hierva porque cuando se calientan empujan el agua hacia arriba con más fuerza de lo que la presión atmosférica empuja hacia abajo.
En otras palabras, si no hay burbujas de aire pegadas en el interior del recipiente, el líquido no hierve ¡Imposible!
Bien, cuando calentamos el agua en una cocina de butano o en una vitrocerámica, las burbujas de aire "lo tienen fácil" para quedarse instaladas en el fondo del recipiente porque el calor llega a él precisamente por abajo, pero...en el horno microondas el asunto cambia.
En es tipo de aparatos el calor parte desde el centro del horno y las burbujas tienen que adherirse, obligatoriamente en las paredes.
Si el recipiente tiene las paredes muy lisas esto resulta imposible. Sí que se forman burbujas con el calor pero "no encuentran donde engancharse" y escapan por la parte superior del recipiente.
Sacamos el líquido del horno con una temperatura muy superior a los 100° centígrados sin haber hervido y formando burbujas que se escapan porque no tienen donde agarrarse y en ese momento introducimos la cucharilla o la bolsa de té.
Y...¡Las burbujas ya tienen donde afianzarse! Y es, también, ese precisamente ese momento en el que nuestro agua hierve.
Hemos logrado, sin querer, el sobre-calentamiento de líquidos. Interesante ¿no?
Un consejo, ten mucho cuidado con este efecto, más de uno se ha abrasado la mano y aún no ha comprendido cómo ha sido.
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