Desde la perspectiva humana parece que sí, que son imperecederas pero en el universo "todo" lleva su ritmo y las estrellas, como todo los demás astros, nacen...,evolucionan...y mueren.
En este artículo vamos a relatar la vida del Sol, desde su nacimiento hasta su muerte, de la forma más simple posible.
Para entender el proceso evolutivo del Sol hay varias ideas básicas que debemos interiorizar.
1) La evolución y muerte de las estrellas depende siempre de la masa (o cantidad de materia) que tienen cuando nacen. Esto quiere decir que existen estrellas de muy diferentes tamaños y masas.
2) La unidad con la que se mide la masa de las estrellas es la M.S. o masas solares, esto quiere decir que si una estrella tiene 3 M.S. es tres veces más más masiva que nuestro Sol y si tiene 0.5 M.S. tiene la mitad de masa que nuestro Sol.
3) Cuanto más masiva es una estrella, menos tiempo dura. Las estrellas más viejas son las que nacieron con menos masa.
Los elementos primigenios en el universo fueron sobre todo el hidrógeno y en menor medida el helio.
Las primeras estrellas, las llamadas de "primera generación" , se formaron de estos dos elementos, pero después cuando murieron expulsaron al espacio algunos materiales que se habían formado, en su núcleo, durante su evolución.
Más tarde nacieron otras estrellas formadas, también, con hidrógeno, helio y el resto de materiales procedente de las estrellas de "primera generación".
Son las estrellas de "segunda generación".
El Sol es una estrella de "segunda generación".
¿Cómo lo sabemos?
La Tierra y los demás planetas de nuestro sistema solar se formaron a partir de los materiales excedentes del Sol. Entre estos materiales existen algunos como "el oro" que sólo pueden formase en el centro de una estrella durante el proceso de fusión nuclear.
Las estrellas "nacen" a partir de nubes de hidrógeno (con algunos elementos más) que giran sobre sí mismas contrayéndose hasta lograr una temperatura mínima de un millón de grados kelvin en el centro.
Pero esa temperatura la genera la propia fuerza de gravedad de la estrella que a su vez viene condicionada por su masa.
La masa mínima para que se forme una estrella es de 0.08 MS o lo que es lo mismo, 80 veces la masa del gigantesco Júpiter.
Enana Blanca |
La nube de hidrógeno que dio lugar al Sol, dada su masa (1 MS), generó la suficiente fuerza gravitatoria como para "encender" su núcleo, con una temperatura aproximada de 13.600 millones de grados y convertirla en la estrella que conocemos.
Eso pasó hace 4.500 millones de años. Y...¿Qué ha pasado en ella hasta ahora?
Pues que el Sol ha estado quemando hidrógeno, a razón de 564 millones de toneladas por segundo.
¿Te parece mucho? ¡Pues está a la mitad de su vida!
¿Y que va a pasar cuando se vaya agotando el hidrógeno?
Pues veras: todo ese hidrógeno que quema el Sol, se convierte en helio y se almacena en el centro de la estrella.
Pero...a medida que consume hidrógeno el Sol se va contrayendo y aumentando las temperatura de su núcleo.
Llega un momento en el que ese aumento de temperatura llega a los 100 millones de grados, calor suficiente para que se fusione el helio.
Ahora la situación es la siguiente: fusión de helio en el núcleo, el hidrógeno restante forma una capa alrededor del helio y se enciende de nuevo.
Es lo que se llana "fusión en capa".
Es en este punto cuando el Sol comenzará a convertirse en una gigante roja.
A su vez el proceso de fusión del helio genera carbono pero el Sol no tiene la masa necesaria para que su gravedad provoque la temperatura necesaria para que se fusione el carbono.
Gigante Roja |
Ya convertido en gigante roja el Sol aumentará su tamaño tragándose a Mercurio, Venus y la Tierra.
Pero esta situación es temporal, una vez que se consuma el helio habrá comenzado el principio del fin. Sin reacciones nucleares en el centro de la estrella, la gravedad gana la partida y el Sol se contraerá a un tamaño mil veces menor que el que tiene ahora y una densidad un millón de veces la actual.
Expulsará una buena cantidad de materia al espacio (nebulosa planetaria) y se convertirá en una enana blanca que viene a ser algo así como un "rescoldo estelar"
Poco a poco el rescoldo se irá enfriando hasta convertirse en una enana negra.
Al final de su vida, el Sol se convertirá en un gran pedrusco frío y negro que no se parecerá, en nada, a lo que hoy conocemos. Pero antes, mucho antes habrá puesto fin a la vida en la Tierra.
Pero...para entonces, seguramente y si no nos hemos aniquilado nosotros mismos, habremos colonizado otros mundos y podremos vivir en ellos.
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