No obstante, de un tiempo a esta parte, la expresión "singularidad tecnológica" se oye y se escribe muy a menudo.
Pero...¿sabes lo qué significa exactamente? Vale, yo te lo cuento en plan sencillo.
¿Has visto alguna de esas películas en las que un ordenador toma conciencia de sí mismo y decide exterminar a los humanos? Bueno, dicho así, parece un poco exagerado, pero por ahí "van los tiros".
Imagina que el hombre fabrica un ordenador de gran capacidad y con ayuda de él se construye otro más pequeño y más potente, imagina, también, que esto se convierte en costumbre, algo así como "una reacción en cadena"; podría llegar un momento en el que la máquina pensaría por su cuenta y en el que la creación de nuevos prototipos sería "cosa suya".
Sí...ya sé lo que estás pensando, que los ordenadores no tienen brazos para poder construir. Pues no y sí, hay que tener en cuenta que los robots tienen un procesador binario por cerebro, así que...ya tienes ahí a los peones.
Llegaría, entonces, un momento en el que la capacidad de inteligencia de las máquinas estaría tan alejada de la de los seres humanos, que prácticamente "no pintaríamos nada" en su estructura social y estaríamos, de lleno, dentro de una "Singularidad Tecnológica".
Vamos, que intentar comprender a esas posibles máquinas autónomas del futuro sería tan difícil como pretender que un primate llegue a entender que es Internet.
Pero..esto realmente ¿puede ocurrir o tan sólo es un argumento peliculero?
Pues yo no quiero asustarte, pero te voy a contar un "secretillo". El ordenador, que se usó para lograr el primer viaje a Luna, hace cuarenta años, era tan grande cómo una habitación y su procesador no tenía ni la mitad de potencia, ni de rapidez que tiene, hoy en día, un smartphone de gama media.
Así que...saca tus propias conclusiones.
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